Miles de clientes de Uber están eliminando la aplicación en protesta por el boicot que hicieron los conductores de la compañía a los taxistas que trabajan en el aeropuerto JFK de Nueva York.

Los usuarios de la app  están desarrollando una campaña en las redes sociales a través del hashtag #deleteuber en la que denuncian que conductores de la compañía intentaron hacer negocio durante la huelga de taxis en el aeropuerto de John F. Kennedy, en Queens, el pasado 28 de enero. 

La Alianza de Trabajadores de Taxis de Nueva York convocó a sus miembros a no acudir al aeropuerto para protestar contra la orden ejecutiva del presidente Trump que prohíbe la entrada a la nación de viajeros provenientes de siete países de mayoría musulmana. Una situación que aprovecharon muchos de los trabajadores de Uber que optaron por atender a clientes durante la huelga que duró de 6 a 7 pm. Una acción que ha sido mal vista por los usuarios habituales de Uber. La empresa se defendió argumentando que no habían subido las tarifas como hacen en periodos de aumento de demanda, algo que parece no convencer a sus ya exclientes. 

Ante la polémica, el consejero delegado de la empresa, Travis Kalanick, envió un correo electrónico a los empleados el domingo para anunciar un plan para ayudar a los conductores que podrían encontrarse en el extranjero y no pudieran regresar al país ante la nueva prohibición. Kalanick ha señalado que ofrecerá abogados y expertos en inmigración utilizando un fondo de defensa legal creado por la compañía de 2,82 millones de euros. Además los conductores podrán optar por una compensación por los salarios perdidos.