El presidente de Uber, Jeff Jones, ha dimitido apenas seis meses después de asumir su cargo. El dirigente había expresado su desacuerdo con las estrategias de la empresa. Además, Travis Kalanick, su consejero delegado y fundador, había anunciado que estaba buscando un número 2 como director de operaciones, algo que relegaría al presidente al tercer puesto. 

En un comunicado, Jones ha explicado que: "Ahora tengo claro que el enfoque hacia el liderazgo que ha guiado mi carrera profesional no es coincidente con lo que vi y experimenté en Uber, por lo que ya no puedo seguir como presidente".

La compañía confirmó ayer la dimisión y Kalanick ha compartido los motivos: "Después de que anunciara nuestra intención de contratar un nuevo director de operaciones, Jeff tomó esta dura decisión porque no veía su futuro en Uber". 

El abandono llega en un momento en el se intenta limpiar la imagen de la empresa. Hace dos semanas salió a la luz un escándalo de acoso sexual y Google les denunció el 24 de febrero por robar diseños y tecnología. Además, el vídeo difundido del CEO discutiendo con uno de los conductores del servicio y la posibilidad de que este se uniera a un consejo asesor de Donald Trump no han ayudado a mejorar su popularidad.