La Agencia Tributaria se propone evitar que las dietas en los viajes de trabajo se conviertan en una manera de aumentar salarios sin pagar impuestos y cotizaciones. Para ello ejerce una fuerte vigilancia sobre las declaraciones que contienen esos abonos y hace énfasis en los que tienen las cantidades más elevadas.

La ley señala que los gastos de manutención y desplazamiento de los trabajadores están exentos de tributación siempre que no se superen unas determinadas cuantías diarias. En España el importe máximo para no tributar es de 26,67 euros por jornada si el asalariado va y vuelve el mismo día. Si tiene que pasar la noche fuera el límite asciende a 53,34 euros. Estas cifras pueden aumentar hasta los 90 euros al día en viajes al extranjero. 

De esta manera, en caso de que la empresa quisiera aumentar el sueldo del trabajador en 300 euros pero evitar impuestos y cotizaciones extra, solo tendría que justificarlos con cinco días de viaje. Para evitar esa trampa, Hacienda exige ahora que se aporten los recibos de los locales donde se realizó el pago. Antonio Pérez, vocal del Colegio de Economistas, explica que: “Aunque se entregue los originales a la empresa, es conveniente conservar copias de los justificantes porque Hacienda los puede reclamar en cualquier momento”.