Colombia quiere consolidar su crecimiento turístico, un sector que se ha convertido en la segunda actividad económica más importante del país, pero busca hacerlo de una manera sostenible. Es por ello que le ministerio de Comercio, Industria y Turismo exige la implementación de unas ciertas normas que garanticen el crecimiento sostenible y el respeto medioambiental.

Unas directrices que pretenden, primordialmente, fortalecer económica y estructuralmente a las comunidades en donde se ejerce la actividad turística, así como la conservación de los recursos naturales y culturales del país. El país busca posicionarse como un destino de calidad en el contexto de América Latina, y para ello están trabajando en certificar con banderas de calidad y sostenibilidad sus playas, parques naturales o espacios protegidos.

Unas políticas con las que pretenden no olvidar su riqueza paisajística ni dejar de apostar por el sector turístico, que tantas buenas cifras les ha dejado en 2016. De hecho, en el pasado año Colombia batió su propio récord en la llegada de turistas extranjeros, con casi 4,5 millones de visitantes. Además, la actividad ha generado 1,8 millones de empleos en seis años y las arcas públicas del país han ingresado unos 5.251 millones de dólares por concepto de viajes y transporte. Unos resultados que colocan al turismo como la segunda actividad económica más importante, después de los productos energéticos como el carbón y otros de consumo como el café y las flores.