Durante el pasado año, las islas británicas batieron su récord en la llegada de visitantes, alcanzando los 37,3 millones de turistas, lo que supone un incremento del 3% respecto a 2015. Los visitantes gastaron 26.158 millones de euros, una cantidad similar al año anterior.

La llegada de pasajeros al país estuvo impulsada por su los canadienses y los estadounidenses, siendo este último su principal mercado emisor con 4,3 millones de visitas y un aumento del 7% respecto a 2015. Aunque también se batió el récord en la llegada de europeos (25,3 millones), con un 4% más que el año anterior.

La tendencia parece mantenerse para 2017, ya que las reservas de vuelos entre febrero y abril son un 16% más elevadas que en el mismo período del año pasado.