La isla de Sentinel del Norte, situada al este del Golfo de Bengala, en el océano Índico y que pertenece a la India, es probablemente la más peligrosa del mundo para los turistas. Por sus espectaculares arrecifes vírgenes, sus playas de agua azul turquesa y sus 72 kilómetros cuadrados reinados por una jungla densa, sería un paraíso para cualquier empresa turística. Sin embargo, los nativos de la región tienen la costumbre de asesinar a todos los visitantes. Cada vez que una embarcación se acerca, una lluvia de flechas y piedras recibe a sus pasajeros, por lo que es imposible desembarcar. 

En 1880, el canadiense Maurice Vidal Portman llegó a ínsula con la intención de capturar a algún habitante para enseñarle inglés y que le explicara las razones de su xenofobia. Sin embargo, sus planes no funcionaron. Otros contactos han sido igual de infructuosos. En 1981, una nave de carga, la Primrose naufragó en la zona y la tribu intentó asaltarlo. Los tripulantes tuvieron que pedir por radio un rescate urgente aéreo. Los sentinelenses se han apropiado de los restos del navío para fabricar nuevas lanchas y flechas. 

Se estima que el grupo está compuesto por 50 o 400 individuos. Aunque se pensó podía haber desaparecido tras el tsunami de 2004, el gobierno indio envió naves que logró identificar a algunos supervivientes. 

Mientras que en las islas de los alrededores está naciendo el negocio turístico, las autoridades han establecido una zona de exclusión a su alrededor para que no se produzcan incidentes.