Al parecer los mensajes hechos públicos por los grandes actores del sector turístico estadounidense en los que alertaban de una crisis a la ‘Marca USA’ no eran infundados.

Los datos de la Oficina Nacional de Viaje y Turismo del Departamento de Comercio de Estados Unidos muestra que el país recibió en 2016, año en que Donald Trump fue elegido como presidente de la nación, recibió 75,6 millones de visitantes internacionales, lo que supone un descenso del 2% respecto a 2015.

Este registro supone el primer descenso en el número de turistas que llega al país norteamericano desde 2009. 

El gasto internacional también descendió un 2,1%, quedándose en los 244.700 millones de dólares. Esta tendencia negativa, sin embargo, fue compensada por un aumento del mercado doméstico que creció un 2,1% hasta los 990.000 millones de dólares.

El mercado que mostró un descenso más grande (-6,8%) fue Canadá, su principal emisor, con 19 millones de visitantes.  Las caídas también se produjeron desde Europa Occidental (-6,7%), Sudamérica (-6,2%) y Oceanía (6,1%). En el otro extremo se encuentran Asia (+4,9%) y México (1,9%).

El mes de enero fue un poco más positivo impulsado por Asia (+7,1%). Obviamente, la mayor caída se produjo desde Oriente Medio, con un descenso del 23,1% en la llegada de visitantes.