Ha abierto sus puertas Benbo, el primer “hotel cápsula” de Italia en el aeropuerto internacional de Capodichino, Nápoles.

Aunque Japón es pionero en este tipo de alojamientos, Italia intenta dar un paso más allá, perfeccionando esta innovadora idea. Con 42 habitaciones individuales de cuatro metros cuadrados cada una (más grandes que las de estilo ataúd japonesas), este hotel está hecho para pasajeros que sufren cancelaciones, retrasos en sus vuelos o que simplemente necesitan descansar tras un largo viaje y/o escala.

Estas cabinas, que se pueden alquilar por hora o por noche, son la opción más económica y rápida. Si se pregunta cuánto puede salir el hospedarse en ellas, los precios oscilan entre los 8 y los 25 euros.

Benbo, que está abierto las 24 horas, los 365 días del año, dispone de habitaciones con decoración minimalista, puertas automáticas (muy útiles si se va cargado de equipaje), paredes insonorizadas, pequeñas ventanas, iluminación tenue, televisión con acceso a internet para poder comprobar el estado de su vuelo, Wi-fi gratuito y zonas de almacenamiento.

En cuanto a los aseos, hay 16 en total, los cuales son de uso compartido y cuentan con todo lo necesario para poder asearse y refrescarse después de varias horas de vuelo. También cuenta con una especie de sala común con grandes ventanas y plantas de interior, en la que poder relajarse leyendo, trabajando o tomando un café.