La reciente apertura del vuelo Hangzhou-Madrid ha tenido una importante cobertura mediática, con declaraciones de responsables del sector recordándonos la importancia el turismo chino y la prioridad que se debe asignar a la obtención de turistas de ese país. El vuelo será operado por Beijing Capital Airlines, filial de Hainan Airlines,que a su vez lo es del grupo HNA. HNA posee el 30% de la hotelera NH y ha negociado la compra del 44% del capital de Globalia, que incluye Air Europa.

La provincia de Zheijang, cuya capital es Hangzhou, cuenta con unos 55 millones de habitantes. Está situada en el Centro Oeste y es vecina a Shanghái, capital económica de China (más de 20 millones) y a Fujian (unos 40 millones de habitantes). En teoría se dan pues todas las circunstancias de población, posibilidades del mercado, etc. para que tenga éxito, teniendo en cuenta, además, lo modesta que es la aventura: dos vuelos semanales en un A330 con capacidad para 220 pasajeros lo que supone un total de 23.088 plazas ofertadas anualmente, de las que se espera ocupar unas 19.000, si el factor de ocupación es ligeramente superior al 80% De esta ocupación, 12.000 serían chinos y el resto españoles. La comunidad china que vive y trabaja en España aportaría una parte importante de ese tráfico.

Desde el punto de vista turístico, se trata de una aportación marginal -cualquier día del año más de 40.000 británicos visitan España- pero que recibe amplia cobertura mediática por la "chinomanía" que aqueja a nuestros dirigentes y periodistas.

De momento, el único vuelo directo que existía es el Beijing-Madrid, con 4 frecuencias semanales. En la primavera, Cathay Pacific empezará a operar la ruta Hong Kong-Madrid, con cuatro frecuencias semanales, e Iberia ha anunciado un Madrid-Shanghái.

En el 2015 no habrán llegado a treinta mil los chinos que han viajado a España en vuelo directo -los que tienen estancias más largas- mientras que el resto que falta para alcanzar los 300.000 que señalan las estadísticas han hecho escala en diversos lugares o han recorrido España como parte de un circuito europeo. La cifra de visitantes directos puede ampliarse notablemente en 2016, hasta los setenta mil (incluyendo Hong Kong, que figura aparte en las estadísticas de la OMT).

Para el Director General de Turismo de la Comunidad de Madrid, Carlos Chaguaceda, el nuevo vuelo supone ?una vía de crecimiento económico asegurada?. Puede ser, pero tan modesta que nadie se va a enterar, y sigue, repitiendo lo que ha oído en el escaso tiempo que lleva en el cargo: "China emite más de cien millones de turistas al año, que constituyen un turismo de calidad y lo más alejado del sol y playa porque buscan gastronomía, tradición, patrimonio?. Aparte de la pésima redacción, no da la impresión de estar muy informado. Y para rematar, asegura que la Comunidad de Madrid recibe 300.000 turistas chinos, cifra que se habrá tenido que inventar puesto que los más optimistas no creen que se llegue a la mitad.

Ni las estadísticas de pernoctaciones en hoteles (el único medio de alojamiento que usan los chinos, a no ser que se alojen en casa de parientes); ni las de los principales museos de Madrid, donde siempre figuran escondidos en el epígrafe de ?otros"; ni una simple ojeada a los restaurantes madrileños (la tradición no sé cómo se mide) soportan las estrambóticas declaraciones del Sr. Chaguaceda.

Los chinos viajan a un extranjero muy especial donde no hace falta pasaporte ni visa (solo el 5% de los chinos tiene pasaporte). Hong Kong o Macao y Taiwan representan juntos el 70% de los viajes al exterior. Otro 20% viaja al resto de Asia, empezando por Tailandia y solo el 10% se desplaza al resto del mundo. En este último grupo se incluyen los que viajan a destinos tan importantes como Australia y Estados Unidos o los cerca de tres millones que viajan cada año a África a trabajar en los diferentes programas que empresas chinas llevan a cabo en ese continente.

A Europa le quedan entre tres y cuatro millones, de acuerdo con diferentes estadísticas, de los que Italia y Francia se llevan la mejor parte. Ningún destino europeo figura entre los diez primeros. España lo hace en el número 30. Según los datos ofrecidos por el China Outbound Tourism Research Institute (CORI) publicados por Skift, el 58 % del gasto de los chinos en sus viajes al exterior es en compras, el 18% en alojamiento y el 6% en comida- la tradición y patrimonio ni aparecen-. Buscan gastronomía, tradición y patrimonio, pero al parecer no los encuentran.

Su estancia es también corta. Solo el 18% de los que viajan fuera de China pernoctan más de ocho noches. El promedio en España sería de unas 6 de acuerdo con agencias de viajes chinas, muy alejado de la media de once días con los que especuló la Directora General de Turespaña para la que el turismo chino es prioritario, mientras que no lo es, por ejemplo, el francés, treinta veces superior.

El otro mito es el del gran gasto del turista chino. Es cierto que el gasto individual es muy alto, pero el gasto total es modesto, como corresponde a su escaso número. El mejor indicador del que disponemos es el gasto total por nacionalidad con todo tipo de tarjetas de crédito. Los chinos ocupan el lugar 21 con algo más de 120 millones de euros de gasto, por detrás de Venezuela, Argentina o México, y a años luz de los franceses (tres mil millones) o los británicos (2.300 millones).

¿A qué se debe pues ese empeño por convencernos de que el futuro está en Oriente? Quizás habrá que mirar a Aena y El Corte Ingles, que han hecho una magnífica labor de Lobby. El 82% de los chinos que compran en España lo hacen en las tiendas libres de impuestos (fundamentalmente aeropuertos) y el 70% también en grandes almacenes (El Corte Ingles) y en ?malls" como Las Rozas Village. Los turistas chinos serán poco importantes para el sector turístico en general, pero mucho para estas empresas.

Todos los cálculos sobre el número de chinos que visitarían España han sido demasiado optimistas. Según el Plan China, elaborado por el Ministro Sebastián en 2010, deberíamos haber sobrepasado ya el medio millón, que alcanzarían el millón en el 2020, cifra que recogen todos los ?expertos? en la materia. No hay ninguna posibilidad de alcanzar esa cifra, por la evolución del mercado, el sistema de visas y la ausencia de conectividad.

El turismo chino es importante-menos de lo que dicen- para Madrid y Barcelona, pero insignificante para el conjunto del sistema turístico español.