Qatar Airways ha decidido no proceder con su propuesta de inversión financiera pasiva en American Airlines.

A través de un comunicado de prensa la aerolínea del Golfo ha hecho pública la renuncia a adquirir el 10% de las acciones de la compañía aérea de EE.UU. Según indican, han realizado “una revisión más detallada de la inversión financiera propuesta, teniendo en cuenta la última divulgación pública de American Airlines” llegando a la conclusión de que “la inversión ya no cumple” sus objetivos.

No obstante, advierten que “Qatar Airways continuará investigando oportunidades de inversión alternativas en los Estados Unidos de América y en otros lugares” que sí cumplan sus expectativas. El objetivo, según indican es “ofrecer la mejor experiencia de viaje posible a sus clientes”.

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Si bien, Qatar ya posee un 20% del holding IAG, que comprende a Iberia, British Airways, Vueling y Aer Lingus; y un 10% de LATAM Airlines, que adquirió en diciembre de 2016.

La sorpresa saltó el pasado mes de junio cuando se hicieron públicas las intenciones de la compañía del Golfo por hacerse con más del 10 % del accionariado de la aerolínea estadounidense. La operación habría supuesto la compra de 16,7 millones de acciones con un valor de mercado de 808 millones de dólares.

Muchos elementos en contra

Se trataba de una operación que desde su anuncio suscitaba muchas dudas. Bien es sabida la tensión existente entre las compañías norteamericanas y las líneas aéreas del Golfo. Más allá de las limitaciones políticas impuestas por Donald Trump que afectaron especialmente a esta región, American Airlines se había mostrado especialmente crítica con la rápida expansión internacional de Qatar Airways, acusándola de recibir ayudas estatales, consideradas ilegales en la industria.

Pese a que ambas aerolíneas son parte de Oneworld Alliance, compiten por las grandes rutas de larga distancia y es difícil dejar atrás la rivalidad existente. Doug Parker, CEO de American, calificó el interés como “desconcertante en el mejor de los casos y preocupante en el peor”.  Asimismo, señaló que aunque “cualquiera puede adquirir nuestras acciones en el Mercado libre, no estamos particularmente emocionados con ello”.

Por su parte, el sindicato de pilotos de la aerolínea estadounidense fue más directo, afirmando que se trataba de una “agresión financiera”, mientras que las tripulaciones de la compañía lo consideraron una amenaza para sus puestos de trabajo.

La hostilidad no sólo fluía en una dirección, ya que en numerosas ocasiones Akbar Al Baker, CEO de Qatar Airways, se había burlado de sus competidores estadounidenses.