Esta semana la familia Bosé es noticia debido al fallecimiento de una de sus componentes más conocidas, Bimba Bosé, hija de Lucía Dominguín y Alessandro Salvatore, a los 41 años, víctima de un cáncer. 

La polifacética artista fue descrita como la reinvención de los Bosé. Destacó como modelo, pero también se atrevió con la música, siguiendo la estela de parte del clan que convierte en oro todo lo que toca, incluso en el sector hotelero. 

Los Bosé como hoteleros

Lucía Dominguín, junto a su pareja Carlos Tristancho, abrió en 1997 el Rocamador, un hotel rural de cuatro estrellas ubicado en un antiguo convento de monjes franciscanos en Almendral (Badajoz) y que albergó a múltiples personalidades de la política, el espectáculo y el deporte hasta su clausura en 2012 debido a la crisis. Fue considerado uno de los alojamientos más lujosos de toda la dehesa extremeña. 

El establecimiento contaba con 31 habitaciones, cinco de ellas suites, y un restaurante exclusivo localizado en la antigua capilla del monasterio. Recibió, por él, una estrella Michelín y además fue nombrado "Mejor Hotel" por la Guía Gournmetour.  

La familia fue dueña de un hotel rural de lujo en la dehesa extremeña

La familia fue dueña de un hotel rural de lujo en la dehesa extremeña

También un museo

La relación del popular clan con el secto turístico no queda en el hotel. La matriarca, Lucía Bosé, también se lanzó con un proyecto vinculado. En su caso abrió en 2000 el Museo de los Ángeles de Arte Contemporáneo en una antigua fábrica de harinas de Turégano (Segovia). 

La galería tuvo éxito y albergó obras de artistas de renombre. Sin embargo, se enfrentó a su primer cierre en 2007 por falta de apoyos económicos a pesar de haber recibido a más de 150.000 visitantes Volvió a abrir, pero en 2012 cerró sus puertas de manera definitiva. 

Aunque ningún establecimiento prosperó hasta la actualidad, los Bosé siguen siendo una familia de prestigio que destaca por su interés empresarial en diversos ámbitos. Aunque el historial de la familia no está exento de fracasos, sin duda el mayor golpe ha sido la muerte de Bimba, la artista polifacética de la familia, que con su carácer rompedor seguro que hubiera marcado tendencias en el sector turístico de habérselo propuesto.